En su nuevo libro de crónicas, titulado Mantén la música maldita, el escritor Carlos Velázquez habla sobre su relación con la música y todo lo que ha significado en su vida: un arte hedonista que solo implicaba el disfrute, muy lejos de cualquier tipo de esfuerzo:
Quizás eso explica su aversión hacia la crítica musical, así que quien busque reseñas de discos está equivocado. El volumen, escrito con el tono desenfadado que caracteriza la escritura de Velázquez, abre con un texto titulado “Sodasio”, en el que el autor de La Biblia Vaquera recuerda a detalle su ingreso a una especie de clan compuesto por personajes muy peculiares, quienes, obsesionados todos con el rock y ciertas drogas, pasan algunas tardes encerrados escuchando discos nuevos que en ningún otro lugar de Coahuila era posible escuchar.
En estas páginas está también el relato del intento desesperado del autor lagunero por no perderse la presentación de Marky Ramone en el festival Pa’l Norte; lo que Velázquez sintió el día en que Soda Stereo anunció su separación; la crónica de una entrevista con el vocalista de Babasónicos, Adrián Dárgelos; o una peregrinación rumbo a Monterrey para ver a Roger Waters.
Más allá de lo divertidos que son sus textos, Carlos Velázquez nos recuerda con este libro por qué, como se supone que dijo o escribió alguna vez Nietzsche, la vida sin música sería un error.
Mantén la música maldita, Carlos Velázquez, Sexto Piso, Ciudad de México, 2020, 168 páginas
TEXTO POR: FERNANDO HERNÁNDEZ URÍAS
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